La masculinidad de un sector, ya es cuestión del pasado, el talento se ha apoderado de las decisiones estratégicas y del trabajo del día a día, no en porcentajes pero sí en el valor que las mujeres aportamos a un sector tremendamente cambiante, también en esto.
Nos hemos incorporado a la mecánica, hemos heredado, creado empresas, estamos tecnológicamente a punto, dirigimos personas, somos ya responsables de la calidad en cuanto a normas y procesos, somos periodistas encantadas de conocer el sector en profundidad, trabajamos como proveedoras en las mejores marcas, como ingenieras, y hemos especialmente contribuido, no por razones de género, sino por razones de conocimientos, experiencia y habilidades al compromiso de la mejora relevante del sector, y comercialmente hemos revolucionado los cánones en las compras y en las transacciones comerciales.
Hemos aportado emociones inteligentes a través de darle sentido a la capacidad que tienen las personas a su desarrollo emocional, hemos llenado de diversidad el sector, estamos rompiendo con los monos de trabajo, para incorporar el mono del sentido común y estamos colaborando juntos a aportar coherencia al sector, sentido y futuro.
No queremos que nos encasillen, ni a hombres ni a mujeres, hoy en día los roles de ambos ya no están escritos en papiros ni encerrados bajo llave en una mazmorra. Antes, al contrario, en cualquier empresa moderna que se precie de serlo, el papel que desempeñan unos y otras, ya no depende de encasillamientos de nombres o de géneros, sino única y exclusivamente de sus capacidades, de su actitud y de su implicación para conseguir que su compañía mejore todos los días.
No ha sido fácil, mujer, joven, zurda y del Nàstic, pero al igual que ellos con nuestra historia que contar, con nuestros miedos y dudas, pero con una valentía extrema que revoluciona este sector tan masculino en la historia y tan diverso en este efímero presente que ya es futuro.
Porque el progreso no es, sino es de todas las personas que formamos parte de este sector trepidante, en constante movimiento, cargado de aprendizaje; apasionante. Tanto hombres como mujeres, seamos entusiastas, creemos, creamos en lo que somos o queremos ser, seamos agradecidos, elogiemos a aquellos que admiramos, aprovechemos y compartamos nuestros conocimientos, porque nada nos separa más que nuestros propios prejuicios y nunca había sido tan importante unir y gestionar la máxima información para la toma de decisiones.
Estamos para quedarnos, no para alcanzar cuotas trasnochadas que nivelen sólo por esta causa un género u otro, sino de conocimientos, experiencia y habilidades.
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